Dentro de la infinidad de tradiciones de Cusco, está el Patrón Jurado de la ciudad imperial. Mientras que en otros lugares los patrones son santos o vírgenes de tez blanca, aquí en Cusco nuestro Patrón es moreno. La historia del Señor de los Temblores o llamado en el mundo andino como el Taytacha de los Temblores, nombre proviene de los temblores producidos en la ciudad, tiene diferentes posiciones.

Cusco es una zona accidentada, además siempre suceden temblores. Sin embargo hubo una época en la que no eran temblores los que se sentían, sino terremotos que destruían la casas de los pobladores. Los fieles de los santos y vírgenes del lugar sacaban en procesión a cada uno de ellos, pero ninguno calmaba los movimientos telúricos.

Entonces cuando optaron por la imagen del Santo Cristo de la Buena Muerte, que descansaba en la capilla del templo del Triunfo, todo volvió a la calma. Así comenzó el culto al patrón jurado del Cusco, que con el tiempo se ha masificado.

La Semana Santa cusqueña se vive en su máxima expresión desde el lunes santo, el señor de los temblores es sacado en procesión por las principales calles de la ciudad para y dar su bendición a las siete u ocho de la noche a todos sus hijos.

El nombre que adopto el Señor de los Temblores es el de Taytacha, Papito, Papacito o el Negro, con el que le reconocen, a aquel que fue capaz de calmar la ira de la naturaleza. La primera vez que fue llevada en procesión fue precisamente, cuando la ciudad fue asolada por el terremoto de 1650, que según la tradición duró el tiempo que se tarda en rezar dos credos.

Existe una tradición para acompañar al Señor de los Temblores, es el de echarle durante su recorrido por las calles Ñuqchu, una flor roja que es traída desde las zonas más altas de Cusco. Además esta fue usada desde tiempos incaicos en las festividades de los dioses Kon y Wiraqocha. Los pétalos que se desprenden de le efigie son muy cotizados porque purifican a los hombres y curan los males.

Asimismo las órdenes religiosas y terciaria44s, participan los devotos organizados en cofradías, estudiantes de colegios católicos y creyentes que no pertenecen a ninguna asociación. Se observa una religiosidad de raigambre popular, donde lo nativo se fusiona con la doctrina cristiana.

La procesión comienza alrededor de las dos de la tarde donde poco a poco con el transcurso del tiempo van uniéndose más personas. Ya por las cinco de la tarde, la mayoría se dirige a la Plaza Mayor, donde suele culminar la procesión.

Querido viajero, si desea ver la procesión es mejor que se instale desde tempranas horas en la plaza, pues la multitud que acompaña a la imagen es gigantesca. Asimismo en la plaza se instalan pantallas gigantes para que pueda ver la procesión.